Esta tarde en los focos del campo de futbol de la Romareda, uno de los halcones peregrinos miraba atónito el espectáculo. No es para menos, miles de estorninos acuden al parque grande a dormir. El halcón inmóvil parecía abrumado ante el movimiento de miles de estas aves. Cazar uno de ellos parecia una hazaña imposible de acometer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario